Para él el mundo era una muchacha, 150 libros y una perspectiva de una milla alemana de diámetro. (Lichtenberg)
sábado, 8 de octubre de 2011
¿Por qué los días son baldíos?
¿Por qué? ¿Por qué los días son baldíos?
¿Qué se hizo de los céfiros templados?
Del suelo arcilloso y de los encalados
muros, ¿quién los ha dejado tan fríos?
¿Y por qué hay más ceniza de suspiros
que fuego en este lar? ¿Y por qué... lados
donde echarme a llorar por todos lados?
¡Contestadme vosotros, mis amigos!
Que tiempo llevo ya por los retiros
de mi espíritu observando, trastornado,
una geografía inquebrantable.
Es la tensión y humedad de los tejidos
el aviso de nada determinado.
Mórbida instancia de lo inapelable.
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