domingo, 9 de octubre de 2011

Consuelo erótico




    Hoy encuentro consuelo en los sonetos
    Mañana, quizá en ciertos circunloquios
    filosóficos (que no vaniloquios:
    pues de laberinto son vivos setos,

    no privan acceso; sí lo retrasan)
    Acaso pasado mañana sean
    las musas quienes entonar me vean
    antiguas romanzas. Puede que digan:

    ¿Adónde van éstas tus esperanzas?
    Ya sea en poema, canción, discurso…
    ¿Por qué te agrada, así, ser diletante?

    Y yo replicaré muy digno a estas chanzas:
    ¡Musas! ¡No la ciencia, sino el concurso
    del dios Eros, os dio vuestro semblante! 



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