¡Vivir! ¡Qué gran tontería es la vida,
y sin embargo, cuánto menester tenemos
de ella! En efecto, si mil Polifemos
nos cercaran, no menos, la huída
de su caverna íbamos a pergeñar,
como Odiseo aunque viera a sus amigos
expirar uno tras otro, engullidos
por el monstruo... Como, aun a riesgo de olvidar
la alternativa – que de gran indignación y horror
ante el absurdo y aciago sufrimiento
es muestra- así, a la inversa, nosotros
seguimos viviendo, aferrados al error.
Si digo que no deseo vivir , miento,
pero el que así sea me llena de estupor.
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